La que no permite detenerse ante un obstáculo que surja.
Las vías de circulación tienen límites de velocidad, genéricos o específicos (fijados por una señal para un tramo). Si se supera ese límite objetivo, se circula a velocidad excesiva y, si le detectan, será sancionado. Pero, aun si circula dentro del límite permitido, circunstancias externas (lluvia, hielo, usar la rueda temporal…), puede convertir la velocidad en inadecuada a la vía en ese momento. La Ley de Seguridad Vial obliga al conductor a respetar los límites y adecuar su velocidad para poder parar su vehículo en su campo de visión y ante un obstáculo que se presente, teniendo en cuenta sus condiciones físicas y psíquicas, características y estado de la vía, vehículo, carga, meteorología, circulación y cuantas circunstancias concurran. Esa es la velocidad segura.