Responsabilidad Civil y de Seguros

En muchas situaciones del día a día se causan daños y perjuicios a una persona o grupos de personas de manera negligente, imprudente o intencionada de los que surge una responsabilidad civil que obliga al culpable, ya sea por acción u omisión, a reparar el daño.

En términos legales, esta responsabilidad civil puede ser contractual o extracontractual. La contractual surge cuando una persona incumple las obligaciones derivadas de un contrato, mientras que la extracontractual, surge cuando una persona causa un daño a otra sin que exista una relación contractual entre ellos.

Entre los casos más habituales de esta materia, encontramos:

1. Accidentes de tráfico: Cuando un conductor causa daños a otra persona o propiedad como resultado de un accidente de tráfico, puede ser considerado responsable y tener que compensar los daños causados.
2. Responsabilidad por productos defectuosos: Si un producto defectuoso causa daños a un consumidor, el fabricante, distribuidor o vendedor del producto puede ser considerado responsable.
3. Responsabilidad médica: Cuando un médico, hospital u otro proveedor de servicios médicos causa daño a un paciente como resultado de una negligencia, puede ser considerado responsable.
4. Responsabilidad por daños en la propiedad: Si una persona causa daños a la propiedad de otra persona, ya sea de forma negligente o intencionada, puede ser considerada responsable de compensar esos daños.
5. Responsabilidad por accidentes en el lugar de trabajo: Los empleadores tienen la responsabilidad de proporcionar un lugar de trabajo seguro para sus empleados. Si un empleado resulta herido en el trabajo debido a la negligencia del empleador, puede tener derecho a una compensación por daños y perjuicios.
6. Responsabilidad por lesiones personales: Esto puede incluir una amplia variedad de situaciones en las que una persona resulta herida debido a la negligencia o conducta indebida de otra persona. Esto podría incluir, por ejemplo, lesiones sufridas en un accidente de resbalón y caída en una propiedad mal mantenida.

En general, cualquier persona que cause daño a otra persona o propiedad puede ser considerada responsable y tener que compensar los daños causados.

Los seguros de vida son contratos mediante los cuales una compañía de seguros se compromete a pagar una suma de dinero al beneficiario en determinadas circunstancias, como fallecimiento, invalidez total o permanente, diagnóstico de enfermedad grave, etc.

Las compañías de seguros muy a menudo se niegan a pagar al beneficiario de los seguros de vida las coberturas pactadas en la póliza por los siguientes motivos:

• Que el asegurado respondió incorrectamente al cuestionario de salud, omitiendo datos o antecedentes médicos que conocía.
• Que en la póliza hay una cláusula que excluye ese caso concreto.
• Que el tomar no ha pagado algún recibo de la prima, fraccionada por meses, trimestres o semestres.
• Que en los seguros de invalidez la declaración del INSS no es suficiente puesto que puede revisarse cada dos años.

Si tu compañía te ha negado el pago de la prestación por alguno de los anteriores motivos, no te desanimes. En la mayoría de casos las reclamaciones por impago de seguros de vida se resuelven satisfactoriamente para el cliente.

¿Qué documentación necesitamos para efectuar la reclamación de la cuantía aseguradora del seguro de vida?

• Póliza del seguro de vida completo, que debe incluir las condiciones particulares, las generales y el cuestionario de salud. En caso de no disponer de la póliza completa, deberás solicitarla a tu compañía de seguros a través de un burofax.
• Resolución de incapacidad permanente absoluta o el certificado defunción del asegurado.
• El historial clínico completo del asegurado, tanto de la sanidad pública como de la privada.
• Todas las comunicaciones que, en su caso, hayas mantenido con la compañía de seguros.